Descripción enviada por el equipo del proyecto. El nuevo edificio residencial Stadthaus Ballhausgasse ocupa un lote vacío de larga data en esta calle del casco antiguo de Graz, Austria. El diseño de la fachada principal interpreta los lineamientos arquitectónicos de finales del siglo XIX a través de un lenguaje contemporáneo. La plasticidad creada por el juego de luz y sombra sobre las cornisas, protuberancias de ventanas y marcos contiguos, así como el arreglo del conjunto, se consigue a través de la absorción e integración de estos elementos a la nueva fachada con efecto de espejo.
Una sutil inclinación de los elementos triangulares que componen la fachada crea una apariencia tridimensional y produce una conexión con las diferentes cornisas de los edificios circundantes, mitigando de esta forma la diferencia entre el número de pisos con los de los estándares del siglo XIX. El resultado es una interacción diferenciada entre la superficie de las ventanas y la fachada del edificio a distintos niveles, que revelan nuevos detalles desde distintas perspectivas. La fachada principal expuesta a la calle, asume un carácter representativo típico de los edificios de la época, tanto por la complejidad y detalle de los elementos, como por la excepcional calidad de los materiales, contrastando con el minimalismo formal de las fachadas posteriores o traseras.
La particularidad del contexto radica también, en que este lote vacío, era el único restante en una línea frontal, contigua y homogénea de edificios. Satdthaus Ballhausgasse explora un juego de integración y mera imitación, utilizando un nuevo tipo de material con acabado de espejo – acero inoxidable altamente pulido, uno de los materiales de más alta calidad en nuestros tiempos; el acero inoxidable tiene una sutil vida propia y características visuales únicas, ya que no es perfectamente liso o duro como el vidrio. A través del efecto especular de reflexión, la fachada devuelve una imagen de las fachadas opuestas, que por la inclinación sutil de los elementos reflejados, aparece refractada como en un caleidoscopio. El nuevo edificio tiene el efecto paradójico de asumir a la vez una presencia fuerte y una casi ausencia, vía desmaterialización.